Fisioterapia para la Epicondilitis.

Fisioterapia para la epicondilitis: tecarterapia, ondas de choque, tratamoiento manual, punción seca, neurodinamia, EPTE. ¡Somos Especialistas!.

¿Qué es la
Epicondilitis?

La epicondilitis, tanto medial como lateral, causa dolor y limitación funcional.

Es la lesión de codo más frecuente y está producida normalmente por la afectación insercional de los músculos extensores del codo debido a traumatismo, actividades deportivas o sobresolicitación de la musculatura.

Esta patología presenta una prevalencia del 3-7% de la población.

La epicondilitis lateral, también llamada “codo de tenista”, está relacionada con traumas directos o con movimientos repetitivos en pronosupinación del antebrazo con extensión del carpo lo que producen una degeneración con microdesgarros, normalmente con un proceso de reparación inadecuado y derivando en tendinosis.

¿Qué es la epicondilitis o codo de tenista?

Anatomía.

La articulación del codo está formada por el húmero, radio y cúbito. En la parte ósea inferior se encuentran los epicóndilos. Estas protuberancias óseas se denominan: epicóndilo lateral y epicóndilo medial.

Estudios recientes demuestran que el dolor de codo en la zona del epicóndilo lateral se debe frecuentemente a un daño específico en el ECRB.

Este músculo ayuda a estabilizar la muñeca cuando el codo está recto.

Mecanismos de lesión.

Cuando el Extensor Radial del Carpo se debilita debido al uso excesivo o a un traumatismo directo se producen desgarros microscópicos en la unión al hueso, produciendo dolor e inflamación.

 La posición y anatomía del tendón presenta un mayor riesgo, puesto que con movimientos repetitivos el tendón roza con las protuberancias óseas y puede provocar el desgaste gradual y desgarro del músculo.

 A esto se le añade las zonas hipovasculares que presentan los tendones, haciéndolos más vulnerables y provocando una reparación inadecuada que puede derivar a largo plazo en dolor crónico.

Anatomía de la Epicondilitis
Mecanismos de lesión de la Epicondilitis

El músculo y tendón del Extensor Radial del Carpo (ECRB) están involucrados en la epicondilitis lateral o codo de tenista.

Cuadro clínico de la epicondilitis.

Los síntomas de la epicondilitis lateral se desarrollan de forma gradual. El dolor comienza siendo leve sin existir una lesión específica en el inicio de los primeros síntomas.

  • Dolor en la cara lateral del codo
  • Irradiación al tercio proximal del antebrazo
  • Debilidad en los agarres y al levantar objetos
  • Dolor la estiramiento en la musculatura extensora

 Existen ortesis en forma de cinchas o coderas con el objetivo de ayudar al tendón a que se relaje.

Estas ortesis ejercen cierta presión en puntos predeterminados. Es importante que el profesional sanitario te ayude a colocar la cincha de forma correcta.

Pruebas clínicas de la lesión.

Las pruebas clínicas en la epiconidilitis son:

  • Radiografías: proporcionan imágenes claras de estructuras densas como huesos. Pueden descartar artritis o artrosis del codo.
  • Resonancia magnética: proporcionan información sobre tejidos blandos. Puede ayudar si sospechamos de una relación de problema de cuello con la sintomatología.
  • Electromiografía (EMG): se utiliza para descartar compresión de nervios.
  • Ecografía: la ecografía cuenta con una sensibilidad de aproximadamente el 80% y una especificidad del 50%. En Avanfi, todas las consultas cuentan con estudio, apoyo y guía ecográfica.

Diagnóstico fisioterapéutico de la epicondilitis.

Para un diagnóstico fisioterapéutico correcto de la epicondilitis el profesional comienza con un interrogatorio e historia clínica completa y con un minucioso examen físico y análisis funcional.

La valoración fisioterapéutica también sirve para descartar otras patologías que comparten signos y síntomas con la epicondilitis, como pueden ser: esguince o insuficiencia del ligamento colateral lateral, síndrome del túnel radial, fractura, tendinitis del tríceps, patología intraarticular, dolor referido de columna cervical, hombro o muñeca, o atrapamientos nerviosos como el nervio interóseo posterior a nivel del músculo supinador.

El Fisioterapeuta cuenta con diferentes pruebas diagnósticas para poder enfocar y programar unos objetivos dentro del tratamiento:

  • Esfuerzo en varo: integridad del ligamento lateral externo de codo.
  • Esfuerzo en valgo: integridad del ligamento lateral interno de codo.
  • Test de la silla o “chair-test”: valorar la epicondilitis.
  • Test de cozen: epicondilitis.
  • Test de Cozen invertido o codo de golfista: valorar la epitrocleitis o epicondilitis medial.
  • Hook Test: rotura distal del tendón del bíceps braquial
Diagnóstico fisioterapéutico en epicondilitis

Esfuerzo en varo y valgo

Diagnóstico fisioterapéutico en epicondilitis

Test de la silla

Test de Cozen para la Epicondilitis

Test de cozen para la epicondilitis

Test de cozen invertido para la epicondilitis

Test de cozen invertido

Hook Test: rotura distal del tendón del bíceps braquial en la epicondilitis

Hook Test: rotura distal del tendón del bíceps braquial en la epicondilitis

En Avanfi las consultas son guiadas por ecógrafo para apoyarnos en el diagnóstico fisioterápico. Con la imagen ecográfica podemos confirmar el estado del tendón y poder programar un tratamiento adecuado al estadio de la lesión.

Tratamiento fisioterapéutico de la epicondilitis.

En la mayoría de pacientes con epicondilitis se aborda desde un tratamiento conservador: con el cese o disminución de la actividad desencadenante, aplicación de medios físicos y un programa de tratamiento fisioterápico adecuado para corregir las descompensaciones, anormalidades biomecánicas y la reprogramación de la fuerza, flexibilidad y resistencia de la estructura.

  • Tratamiento Manual y Punción Seca. Su objetivo es localizar los puntos que el paciente reconozca como dolorosos y que le recuerde al dolor de su lesión para poder tratarlo con diferentes técnicas como presión inhibitoria desde la terapia manual o punción seca desde la terapia invasiva.
  • Tecarterapia para la Epicondilitis o Codo de Tenista. Es la técnica más potente. Se utiliza sobre la musculatura que tracciona el tendón consiguiendo un efecto antiinflamatorio y vasodilatador con la relajación posterior de las fibras musculares y el efecto directo de analgesia.
  • Crioterapia para la Epicondilitis. Se puede utilizar con compresas frías, hielo, gel, etc. Se aplica sobre la zona afectada para disminuir el dolor y la inflamación. Este tratamiento se usa fundamentalmente en momentos en los que la lesión se agudiza.
  • Estiramientos y Movilizaciones. Estas técnicas pueden realizarse tanto de forma activa como pasiva, con el principal objetivo de liberar la articulación y posibles adherencias para una mejor mecánica articular y muscular.
  • Ondas de Choque para la Epicondilitis. En la mayoría de los pacientes el resultado es positivo. La dosis aplicada normalmente es 3000 impulsos de 0,08mJ/mm2. Es importante una buena evaluación por el profesional para combinar el tratamiento de ondas de choque con un tratamiento de terapia manual y ejercicio terapéutico.
  • Neurodinámica o Movilización Neural. Consiste en la movilización y estiramiento de un determinado nervio para liberar adherencias y restricciones que puedan existir a lo largo de su recorrido y así mejorar la inervación y evitar sintomatología nerviosa como hormigueo de manos que muchas veces va asociada a la patología.
  • EPTE para la Epicondilitis. En la mayoría de los pacientes este tratamiento es muy positivo. La dosis aplicada suele ser 330 microamperios y 1min20seg.  Es importante realizar esta técnica en conjunto con otras terapias como el ejercicio y las movilizaciones o terapia manual.
    Ejercicio Terapéutico. La finalidad del ejercicio es restaurar la fuerza de la musculatura del antebrazo preparándola para una mayor eficiencia y para disminuir recaídas. El ejercicio terapéutico de la epicondilitis consistirá en contracciones isométricas, movimientos suaves de los flexores y extensores, pronación y supinación y con aumento progresivo de la carga.
    Dentro del ejercicio terapéutico también utilizaremos el entrenamiento excéntrico puesto que reduce considerablemente los síntomas en la mayoría de los pacientes. Suelen realizarse con pequeños pesos libres y el codo estabilizado.

La mayoría de los pacientes diagnosticados con epicondilitis pueden recuperarse de forma eficiente en un año sin necesidad de cirugía en un 90% de los casos (Sims y cols., 2014) o incluso en 3 o 6 meses (Gotlin, 2009; Sanders y cols., 2015). Casos más severos de roturas y lesiones graves requieren tratamientos alternativos (para mayor detalle, consultar Sims y cols., 2014).

Tratamiento con cirugía ecoguiada de la epicondilitis o codo de tenista.