Testimonio Fascitis Plantar con Multiperforaciones. Antonia
Ocho meses después puedo asegurar que después de todos mis miedos y gracias al seguimiento, cercanía y sencillez de los doctores Iborra y Villanueva, mi recuperación ha sido total.
Mi nombre es Antonia Herrera y tras casi un año padeciendo mucho dolor en el talón y en la planta del pie y probando distintas soluciones para mi problema de fascitis plantar, decidí acudir a Avanfi, dónde los doctores Iborra y Villanueva me realizaron una técnica muy novedosa, la cual consiste en la utilización de una aguja para liberar parcialmente la fascia plantar. Este tipo de técnica me la realizaron en la propia consulta, de la que salí andando por mi pie, sin ningún punto de sutura y solamente necesité un día de descanso.
Ocho meses después puedo asegurar que después de todos mis miedos y gracias al seguimiento, cercanía y sencillez de los doctores Iborra y Villanueva, mi recuperación ha sido total.
Pasaba el tiempo y continuaba peor decidí acudir al médico y el diagnóstico fue “fascitis plantar”. Me quedé sorprendido ya que nunca lo había oído. Estuve cuatro meses de baja médica, haciendo bastante reposo en mi casa y con algún que otro remedio casero (hielos en los pies, movimientos en las plantas de los pies con una pelota de fronteriza…) todo ello combinado con visitas a varios podólogos y fisioterapeutas, entre los diferentes tratamientos a los que me sometí fueron rehabilitaciones, hacer plantillas a medida, resonancias magnéticas… todos ellos coincidiendo en el mismo diagnóstico fascitis plantar en los dos pies, pasaron los meses pero mi situación no mejoraba, acudí a fisioterapeutas, osteópatas, tal era mi desesperación que volví a hacerme nuevas plantillas, comencé de nuevo mi actividad laboral pero las sensaciones fueron las mismas que al principio, más y más dolores en los pies la única diferencia es que el dolor no se intensificaba hacia las piernas.
Al comentarlo entre amigos y conocidos, me recomendaron nombres de podólogos y el resultado fue hacer nuevas plantillas. También me recomendaron acupuntura. Acudí y me sometí a varias sesiones de corrientes siendo estas bastante fuertes. Con ellas mejoré algo, pero con los días volví a tener dolores, de nuevo acudo a otro podólogo que me vuelven a recomendar y nuevamente vuelvo a hacerme otras plantillas, así pasan los días, meses y años con la misma dinámica dolores y más dolores.
Fue entonces cuando comencé a buscar información por internet, encuentro foros de comentarios de personas que sufren los mismos síntomas que yo. Es a finales del año 2015 cuando noto una recaída con dolores todavía más fuertes que al principio a la desesperada y buscando encuentro un médico de referencia y decido dar un paso más en el que me ofrecen como una posible solución las denominadas infiltraciones, consistía infiltrar dos veces el pie izquierdo y una vez en el derecho dando como resultado la palabra “nada”, todo sigue igual, no había semana que no tuviera dolores. Finalmente decido hacerme por última vez unas plantillas, pero con la diferencia que estas eran de carbono lo que suponía un desembolso de dinero bastante más importante.
Cada vez tenía más confusiones, lo que se suponía que eran soluciones, para mí no tenían ningún efecto, tenía muy claro que ni podía ni quería seguir así, limitar mi día a día a esos dolores y con 37 años era muy joven como para pasarme el resto de años tumbado en el sofá esperando a que los dolores remitieran, necesitaba una solución y es en ese momento cuando me paro y pienso, estaba preparado para lanzar mi último cartucho, la palabra operación comienza a coger mayor protagonismo en mi cabeza, decido investigar especialistas en fascitis plantar por España, descarto la provincia en la que yo vivo y algunas cercanas ya que tampoco ofrecían más de lo que hasta ahora había estado sometiéndome. Localizo dos especialistas en Madrid, a los cuales llamo y pido cita.
Esa misma mañana acudo a las dos, la primera que visito la doctora me recomienda que vaya a mi provincia a operarme no dándome demasiada confianza. La descartó al momento, por lo tanto, visito a la segunda, la Clínica Avanfi, donde me recibe el doctor Álvaro Iborra. Le cuento mi historia, el problema y los dolores, el me escucha y su contestación fue clara, había solución para quitar los dolores y si no era todo sería la mayoría. Salgo de la Clínica con buenas vibraciones, volviendo a recuperar el optimismo que hacía tiempo había perdido, de tal manera que vuelvo a Avanfí diez días después y finalmente el diagnóstico del doctor Iborra es que no solo sufría de Fascitis Plantar, sino que también tenía atrapamiento del Túnel Tarsiano. Mi reacción fue de desconcierto y es que cuando llevas 5 años pensado y estando seguro del problema que tienes y en un día te cambian el diagnóstico la sensación es bastante confusa, la única solución que me plantea el doctor es la operación.
Diez días después de pensarlo y consultarlo con la familia, pero teniendo las cosas bastante claras decidí seguir adelante y con la última esperanza que me quedaba puse toda mi confianza en manos del Doctor Iborra y así fue como tomé la decisión de operarme. Fue todo muy rápido, en una brevedad de tiempo el doctor Álvaro Iborra y el doctor Manuel Villanueva fueron los encargados de mi intervención. Principalmente y como es lógico tuve miedo, eran los pies, mis pies quienes me llevan a todos los lados, pero cuando llevas tanto tiempo y con tantos años con dolores y deseas volver a hacer una vida normal sabes y no te queda otra que arriesgas. La operación fue bien, no hubo complicaciones, al final siempre es peor lo que pensabas que la realidad y al final ese miedo con el que entre al salir se convirtieron en ganas de querer irme andando ya a mi casa y tal cual lo digo así fue. A las 3 horas de la operación estaba andando con muletas ¡a toda máquina! El día siguiente fue el peor de todos los días de recuperación ya que se habían pasado los efectos de la anestesia y me dolían los dos pies al apoyarme. A los dos días de la operación volví a la clínica Avanfi. Bajé con los dos pies vendados sin muletas y andando ¡No podía creérmelo!
Pocos días después de la operación andaba perfectamente y gracias a la atención del Doctor Iborra que estuvo siempre con sus buenas recomendaciones y que los dolores que sentía que era algo normal y formaban parte de la recuperación.
A día de hoy, ha pasado un año de la recuperación sí que siento alguna pequeña molestia todavía cuando fuerzo excesivamente, pero puedo decir que estoy inmensamente satisfecho de haber dado el paso y tomar la decisión de operarme, habiendo cambiado mi vida completamente. Por todo esto, quiero agradecer tanto al Doctor Álvaro Iborra como a Manuel Villanueva su gran profesionalidad y su cercanía en mi recuperación.