Cirugía de Crecimiento Guiado en Extremidades Inferiores
En el paciente en edad de crecimiento podemos encontrar deformidades en la alineación de las piernas (deformidades angulares) o por diferencia de longitud de un miembro respecto al otro (dismetría).
Las deformidades más frecuentes son el genu valgo (rodillas en “X”, juntas) y el genu varo (rodillas arqueadas, separadas).
Ejemplo genu valgo
Ejemplo genu valgo
Además del defecto estético, dichas deformidades, en la edad adulta pueden provocar la aparición de dolor, y mayor riesgo de desarrollar artrosis de forma precoz o roturas meniscales por una distribución anómala de cargas. En el adulto, para corregir dichas deformidades en la extremidad inferior sería necesario cirugía mediante osteotomía de realineamiento (cortar el hueso y fijarlo con placas y tornillos).
En los pacientes en edad de crecimiento es posible corregir las deformidades de las extremidades inferiores de manera más simple mediante una técnica llamada “cirugía de crecimiento guiado”, mucho más simple y menos cruenta.
La técnica consiste en frenar el crecimiento del cartílago de crecimiento (fisis) del lado correspondiente para permitir el desarrollo de la fisis opuesta. De esta forma, conforme el paciente crece se va corrigiendo la deformidad de forma progresiva.
Una forma de explicarlo es imaginarse el cartílago de crecimiento como las riendas de un caballo. La cirugía tensa las riendas de un lado para que gire a uno u otro lado.
El frenado del cartílago de crecimiento puede realizarse de forma definitiva, o de forma temporal.
En la forma definitiva (técnica clásica, método de Bowen) la técnica genera un puente de hueso a nivel de la fisis correspondiente, mediante la destrucción controlada de la misma. Al ser una técnica definitiva es preciso realizar un cálculo del crecimiento remanente y la cirugía debe ser realizada en una fecha concreta para evitar un exceso o defecto de corrección. Es una cirugía única y se realiza a través de una incisión de 1 cm aproximadamente.
El frenado temporal realiza el efecto de frenado aplicando una placa y tornillos de titanio de pequeño tamaño (aproximadamente el tamaño de un clip de papel). La placa actúa como freno, permitiendo la corrección de la deformidad.
Una vez se ha obtenido una alienación correcta de las piernas es necesaria una cirugía para retirar la placa y los tornillos. Como ventajas, aporta mayor precisión y que mantiene la fisis intacta una vez finalizado el proceso. Sólo es posible realizarla en pacientes con mínimo de 2 años de remanente de crecimiento. Se realiza a través de una incisión de 2-3 cm.
En ambos casos el paciente puede caminar al día siguiente de la cirugía guiada del miembro inferior y la reintroducción del deporte una vez haya cedido el dolor de la operación y hayan cicatrizado las heridas.
En el caso de tener una pierna más larga que la otra (dismetría), se realizan las mismas técnicas quirúrgicas. En este caso, el procedimiento se realiza con la intención de frenar el crecimiento de la pierna más larga. El procedimiento es útil en dismetrías de baja cuantía (<3 cm de diferencia). Para dismetrías superiores se contemplarían cirugías de alargamiento de la pierna más corta mediante clavos de crecimiento o fijadores externos.
En cualquier caso, es necesaria una valoración individualizada para cada caso, para elegir la técnica más adecuada en base a la edad y altura del paciente, así como la causa de la deformidad.
Javier Narbona
Colaborador de Avanfi